Capitulo 35
Pamela percibió un aroma familiar que se le metia hasta los huesos. Débil y sorprendida, alzó la mirada y se topó de frente con los ojos profundos y oscuros de Ginés
El la observaba con una expresión casi impasible, como si nada en el mundo pudiera conmoverlo
Esa mirada hizo que Pamela quisiera desaparecer de la verglienza.
Era como si como si ella hubiera planeado todo a propósito.
-Perdon–murmuro, apretando los dientes mientras intentaba levantarse. La frente le sudaba frio; el dolor la piedad y las fuerzas la abandonaban poco a poco.
a azotaba sin
¿Acaso necesitas que te ayude a levantarte?-La voz de Ginés sono seca, como si fuera un simple espectador sin ninguna emoción
Pamela sintió como las miradas a su alrededor cambiaban de tono.
Ahora parecia que todos creian que ella estaba fingiendo, buscando llamar la atención del hombre más importante y poderoso del lugar…
-Señorita Vivez, el señor todavía tiene a su novia aqui, de verdad no puedes valerte por ti misma?-Joaquin bufo, sin preocuparse por ocultar su disgusto.
Dana miraba a Pamela con una calma burlona, como si fuera testigo de una escena divertida, sin molestarse ni alterarse. Por su parte, Fabián arrugó la frente, percibiendo que había algo raro en el estado de Pamela.
Iba a decir algo, cuando de repente Joaquin exclamó
¡Dana, te quemaste!
Tan pronto termino de hablar, Pamela sintió un fuerte empujón en la espalda. Alguien la apartó bruscamente, y solo logró sostenerse de la mesa para no caer al suelo.
Ginés ya se habia dado la vuelta para mirar a Dana, su rostro normalmente sereno ahora surcado por una preocupación inusual.
-¿Te quemaste?
Dana levantó el brazo, mostrando una mancha roja en su piel blanca, Lanzó una mirada a Pamela y dijo
-No pasa nada, no soy de esas que hacen escándalo por tonterías.
Pamela vio claramente la tensión en la cara de Ginés, pero comprendió que era por otra mujer.
Desviando la mirada, se obligó a mantenerse en pie aunque sentia que las piemas no la sostenian.
-¿De verdad te sientes mal?-Fabián apareció frente a ella, su expresión era una mezcla de preocupación y confusión- ¿Quieres que te ayude_?
Pero Pamela ya no escuchaba nada. Todo se volvió negro y s
-Pamela!
y su cuerpo se desplomo.
Varias voces resonaron a su alrededor, pero ella ya no pudo distinguir quiénes eran antes de desvanecerse por completo.
Higinio reaccionó con rapidez, la levantó en brazos y salió corriendo del lugar con el ceno fruncido de puro coraje Todo se volvió un caos
Fabián retiro la mano con la que habia intentado ayudarla
Ginés miró hacia la puerta durante un buen rato, con una expresión tan seria pensamientos
Dana noto que Ginés se quedaba pensativo, dudando solo un instante
que parecía perderse en sus propios
Pronto comprendió la situación: Pamela habia provocado un escandalo público, lanzándose a los brazos de Ginés, como si quisiera dejar claro ante todos que entre ellos había algo más que una simple amistad Akula-
su atrevimiento.
-¿Y ahora qué se trae?-murmuró Joaquin, frunciendo el ceño. ¿Acaso no ve que Dana está aquí? ¿Se le lanzó asi nada
mas?
-Para mi que el desmayo fue puro teatro. Como Ginés la ignoró y no supo cómo salir del paso, se hizo la que se
desmayaba. Mira nomás, después de eso, Higinio se puso como loco. Qué mente la de esa mujer -agregó Joaquin, con una mueca de desden.
Dana no dijo nada, aunque en el fondo pensaba que Joaquin no estaba tan equivocado.
Pamela habia querido matar dos pájaros de un tiro, pero Ginés la ignoro y al final el único que cayó en la trampa fue Higinio. Fabian, con el ceño fruncido, rompió el silencio:
-No estaba fingiendo.
De inmediato, tanto Joaquin como Dana lo miraron sorprendidos
Incluso Ginés desvió la mirada hacia él, aunque solo por un instante.
Fabián sostuvo la mirada inquisitiva de Ginés, recordando lo que Pamela le había dicho frente al baño: “no me gustas“. Sintió una extraña incomodidad.
-Hace como media hora me la encontré afuera y ya se vela muy mal. Seguro está enferma.
Dana arrugo la frente, preocupada.
Joaquin, incómodo, insistió:
-¿Pero de entre tanta gente, justo tenia que caerle encima a Ginés?
-Fabian, ¿qué te pasa? ¿Ahora vas a defender a Pamela?
Fabian miró a Ginés, sin apartar la vista:
-Solo digo lo que vi
Por su parte, Ginės, salvo la reacción inicial, no volvió a mostrar preocupación alguna
No parecia importarle lo que le pasara a Pamela.
Dirigiéndose a Dana, pregunto:
-¿Todavia te duele la quemadura?
Dana sintió el interés de Ginés y sonrió:
-Ya no tanto.
Fabián, mientras tanto, se quedó sumido en pensamientos extraños, incapaz de explicarse lo que sentia.
Higinio llevó a Pamela a la sala de emergencias del hospital.
La fiebre estaba altisima: treinta y nueve punto dos grados. Cuando Pamela abrió los ojos, Higinio estaba junto a ella trabajando en la computadora
-¿Ya despertaste?
Dejó a un lado lo que hacia y le habló con tono preocupado
-Te mande hacer unos exámenes de sangre. El doctor dice que hay varias cosas fuera de lo normal. ¿Qué te pasó? ¿Por qué tienes el cuerpo asi?
Pamela se tenso, pero al ver que Higinio no mostraba ninguna reacción extraña, supo que no habían descubierto nada
grave.
medio fiebre, nada más.
stoy bien. Solo agente un restriado y me
Higinio la miró con una mezcla de enojo y temura, dolido por verla tan mal:
¿De verdad valia la pena que te arruinaras la vida tres años por alguien asi?
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