Capítulo 6
Me hizo gracia de lo enfadada que estaba.
¿Son todos los tipos así? Cuando les entregas tu corazón en bandeja, no les importa; pero cuando retiras tu afecto, ahí están, rogando, diciendo que te aman.
-Vicente, te lo he dicho mil veces, ya no siento nada por ti. Aunque Alfonso y yo terminemos, nunca te elegiría a ti.
-¿Por qué? En este círculo, tenemos todo en común. Además, nos conocemos desde
hace años.
Solté una pequeña risa burlona.
-¿Así que tengo que elegir entre tú y Alfonso? ¿Sin ustedes, no puedo vivir?
-No es eso… -intentó tomar mi mano, pero me aparté.
De repente, una voz familiar se escuchó detrás de mí.
-¿Qué están haciendo?
Me giré y vi a Alfonso, de pie contra la luz, su rostro oculto en sombras, con una mirada. que parecía hielo.
Su presencia irradiaba una energía opresiva pero poderosa. Lleno de rabia, lanzó un puñetazo a la cara de Vicente.
Vicente reaccionó al instante y le devolvió el golpe.
-¡Vicente, si sigues tras Noelia, te juro que te mato! -gritó Alfonso, con los ojos inyectados en furia.
Vicente no se quedó atrás y le respondió con sarcasmo.
-¿Y tú qué? ¿Puedes asegurar que no te acercaste a Noelia solo para fastidiarme?
-¿Puedes decir que tus sentimientos por ella son puros?
-Claro que la deseo, pero ella nunca me ha correspondido. ¿Y tú? ¿Sabe ella sobre tu “amiguita” por ahí?
Alfonso se congeló.
Me miró con pánico en su rostro.
-Cariño, déjame explicarte.
En el carro, Alfonso intentó explicarse.
-Es solo una chica que me admira. Me recuerda a cómo era yo antes. No hay nada entre
nosotros.
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Capitulo 6
Alfonso apretó mi mano con fuerza.
-Te he amado durante tanto tiempo, estamos a punto de casarnos, tienes que creerme.
Mis sentimientos se calmaron.
Lo miré con indiferencia.
-Alfonso, quizás no deberíamos casarnos.
-¿Qué?
El pánico en sus ojos parecía auténtico.
-Faltan tres días para nuestra boda, amor, no digas tonterías, por favor.
-Alfonso, ¿te sientes frustrado? -le sonreí ligeramente-. ¿Crees que te elegí porque no había otra opción? No crees que ya no amo a Vicente, piensas que siempre tendré un lugar para él, ¿no?
-No es eso. No es así.
Reí mientras las lágrimas corrían por mi rostro.
-Alfonso, de verdad me gustas. Me gusta tu calidez y tu atención, me gusta ser especial en tus ojos. O tal vez no hay razón para gustar. Ese día bajo la lluvia, viéndote, supe que podrías ser tú.
Sus ojos se humedecieron, su voz temblaba al secar mis lágrimas.
-Lo sé, no digas más, siento que estás rompiendo conmigo.
-No me dejes, te lo ruego.
-Alfonso, ¿me amas?
Respondió sin vacilar.
-Te amo, claro que te amo. Nadie te ama más que yo.
Pero también eres tú quien me lastimó.
Respiré hondo.
-Entonces, te creeré esta vez.
Después de todo, aún no es el momento.
Dos días antes de la boda, Alfonso y yo regresamos cada uno a su casa.
Al despedirme, agarró mi mano firmemente, temiendo que me fuera.
-Noe, nos vamos a casar, ¿verdad?
No respondí.
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Capitulo 6
Se consoló a sí mismo.
-Claro que nos casaremos. Sí, nos casaremos.
Esa noche, volví en secreto a la casa llena de recuerdos de nosotros dos.
Recogí todas mis cosas.
Incluso me aseguré de no dejar ni un cabello.
Solo dejé los regalos rotos que me dio, y el vestido de novia que destrocé.
Y mi diario de preparativos de boda junto con el anillo.
Realmente quiero ver la cara de Alfonso cuando note mi ausencia en la boda.
Debe ser un espectáculo.
Un día antes de la boda.
Ruth actualizó su estado: [El amor de mi vida se casa mañana, y no soy la novia.]
La foto mostraba sus muñecas cortadas, acostada en una cama de hospital.
Conduje, con gafas de sol, esperando en la entrada del hospital.
Pronto vi a Alfonso llegar.
Ruth se lanzó a sus brazos.
Alfonso se quedó allí, sin abrazarla, pero tampoco la apartó.
Desde lejos, no podía oír lo que decían.
Ruth apoyó su cabeza en su pecho, llorando sin parar.
Curiosamente, no sentí nada.
Recordé el segundo año de mi relación con Alfonso.
En un momento de intimidad, le pregunté:
-¿Algún día me engañarás, te enamorarás de alguien más joven y bella que yo?
Él acarició mi rostro.
-¿Qué dices? ¿Quién podría ser más hermosa que tú? Además, si yo llegara a engañarte, no habría un solo buen tipo en el mundo. Te conozco desde los doce, estamos juntos desde los veinticinco. La mitad de mi vida es contigo, ¿cómo podría amar a alguien más? Todo era mentira.
En mi celular, un mensaje de mi mentora:
[Mi equipo es excelente, te encantará aquí.]
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Capítulo 6
[Dios sabe cuánto he deseado que vengas. Finalmente lo entendiste. Siempre pensé que lo del doctorado era una broma tuya.]
[¡No puedo esperar, ¿cuándo llegas? Prepararé una fiesta de bienvenida!]
Miré a la pareja conversando en la distancia y respondí: [Esta noche.]
En la casa de Alfonso, todas mis huellas habían desaparecido.
En mi diario de boda, escribí:
[Cuenta regresiva para la boda: 2 días. Finalmente entendí que primero debo amarme a mi misma. No es que no merezca amor, es que ustedes no merecen mi amor. No tengo ningún problema.]
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