Capítulo 2
La noche era húmeda y el frío se metía hasta los huesos, causando un dolor punzante que parecía inaguantable. Tal vez solo era mi cuerpo reaccionando por la falta de algo que ya no estaba.
Me levanté y extendí el vestido de novia que había mandado a hacer a medida. Sin expresión alguna, corté el delicado tejido con unas tijeras, dejando una rasgadura como recordatorio. Un recordatorio de que los sentimientos, una vez rotos, son imposibles de reparar, nunca vuelven a ser lo mismo.
Después de recoger todo, guardé las cosas en el estudio. Alfonso casi nunca entraba allí. Me acosté en la cama, sin sueño, y mientras veía videos cortos en mi teléfono, apareció la sugerencia de una persona que tal vez conocía.
El nombre era [La que ama a Alfonso]. Guiada por un impulso inexplicable, hice clic.
Era un perfil que registraba la historia de una chica que había estado enamorada de un tipo por diez años. La última publicación decía que estaba en Valle San Rafael, con la nota: [El próximo mes se casa el hombre que amo desde hace diez años, quiero atreverme a confesarme, deséenme suerte].
En su foto, reconocí una mano familiar. En el dedo anular brillaba un anillo de
matrimonio. Era la mano de Alfonso.
ང་ན་ཡོད་དང་བདེ་བས་ན་་་་དང་འབྱུང་པ་
No había recibido noticias de Alfonso, pero Vicente me llamó.
-Adivina a quién me encontré en Valle San Rafael.
-Vicente, no me interesa. Deja de llamarme desde diferentes números.
Estaba por colgar cuando escuché el tono triunfante en su voz.
-Noelia, ¿todavía no entiendes por qué Alfonso ha estado desaparecido? No quiere casarse contigo. Le molesta que hayas estado enamorada de mi.
-Solo se acercó a ti para vengarse de mí. No es alguien en quien puedas confiar.
-¿Qué quieres decir? -pregunté, ya cansada de la conversación.
-Noelia, al menos a mi lado no hay otra chica que me haya querido durante diez años…
Me senté, levantando la voz./
-Vicente, lo haces a propósito, ¿verdad?
-Han pasado cinco años y sigues–intentando sembrar discordia entre nosotros.
-Pero te digo algo, sin importar lo que pase, esta es mi decisión. Estoy dispuesta a aceptar las consecuencias, no volveré atrás.
1/3
09:59
Capítulo 2
Vicente guardó silencio por un momento y luego cambió de tema.
-Te envié algo que te interesará.
Después de colgar, recibí un video. En la tenue luz, una chica y Alfonso estaban frente a frente. Él exhalaba un anillo de humo, su expresión despreocupada como siempre. En medio de las risas y gritos, la chica se puso de puntillas y lo besó en los labios. Y él no se apartó.
El video terminaba ahí,
Abrí el perfil de la chica en la red social. Había actualizado su estado: [¿Y cómo no va a ser un éxito?] La foto mostraba a los dos besándose.
Sentí náuseas, corrí al baño y me incliné sobre el inodoro, aunque sabía que no había comido nada en todo el día. Mi estómago vacío solo me dio arcadas.
El dolor de estómago se intensificó, y me acurruqué en la cama, soportándolo lo mejor que pude. Recordé la primera vez que Alfonso y yo decidimos estar juntos. Una noche quise ver las estrellas desde la cima de una montaña. Sin preguntar, me complació, llevándome hasta allí en carro. El frío de la noche se desvaneció cuando me abrazó, su calor envolviéndome.
-Noelia -dijo suavemente, esta noche es hermosa, ¿puedo besarte?
Pero esos momentos se habían esfumado.
Entre sueños, escuché un ruido en la sala. Un sudor frío me recorrió el cuerpo, pero no tenía fuerzas para levantarme. La luz del dormitorio se encendió de repente, cegándome momentáneamente.
-Noe, ¿qué te pasa? -La voz preocupada de Alfonso se escuchaba cerca.
A las siete de la mañana, desperté en el hospital. Alfonso sostenía mi mano, lucía agotado, como si hubiera pasado la noche en vela.
Se levantó para traerme agua.
-¿Y si no estoy, te descuidas así? Sabes que tu estómago es delicado, ¿quieres matarte?
Me reprochaba, y era casi cómico.
Estuve una semana buscándolo, sin poder comer ni dormir bien, perdiendo peso. Pensé que tal vez alguien en el negocio le había hecho daño.
Noches sin dormir, lágrimas empapando la almohada. Mientras él, por su parte,
disfrutaba de la vida y besaba,a otras..
¿No vas a decir nada? -Alfonso sonrió y me pellizcó la mejilla-. Sabes que te castigaré, ¿verdad?
-Anda, levántate a comer algo.
2/3
Capitulo 2
-Tu esposo te hizo sopa. No dormí en toda la noche.
Como si nada hubiera pasado, me ayudó a sentarme y me alimentó con una cuchara.
Varias veces estuve a punto de preguntarle: Alfonso, ¿no te cansas de actuar?
O decirle: Alfonso, escuché su conversación. Si no quieres casarte, podemos cancelar la boda. Total, ni siquiera hemos firmado nada.
Pero me contuve.
Quería entender por qué, después de tanto amor, él me hacía esto. ¿Era por haber amado a alguien más en el pasado que no merecía ser amada?
-Cariño, ¿por qué lloras?
Dejó el tazón y torpemente secó mis lágrimas.
-Lo siento, mi amor, lo siento mucho.
Bajé la mirada, cerrando lentamente los ojos, pero él me envolvió en sus brazos.
Me acunó, murmurando disculpas.
-Lo siento, cariño, no quería preocuparte.
-Me emocioné mucho al saber que nos casaríamos, no podía creerlo. Temía que fuera un sueño, por eso no te lo dije antes. ¿Me perdonas?
Mentiras.
-Solo faltan veinte días para la boda. Estaré contigo todo el tiempo, quiero que seas mi novia más hermosa, ¿sí?
Pero, Alfonso, ya no habrá un después para nosotros.
Con su pulgar, borró las lágrimas de mis mejillas.
3/3
