Capítulo 10
Cuando Bernardo despertó al día siguiente, ya era mediodía. Sus amigos y Julia estaban reunidos alrededor de su cama de hospital, todos bromeando sobre él.
-Bernardo, esta vez te luciste como héroe salvando a la dama en apuros.
–Julia está tan conmovida por ti, con semejante deuda de gratitud, ¿acaso no deberia
casarse contigo?
¿Qué dices, Bernardo? Ahora que se te cumplió el deseo, habrá que celebrarlo con los amigos, ¿no?
Julia, sonrojada por las constantes bromas, miraba a Bernardo con ojos tímidos y su vOZ
era suave.
-Bernardo, nunca pensé que harías tanto por mi. Cuando te recuperes, ¿podríamos estar juntos?
Con esas palabras, las voces de sus amigos aumentaron, coreando “Juntos, juntos!”. Sin embargo, Bernardo, en el centro del tema, permanecia en silencio. Su mirada recorria a todos los presentes, buscando a alguien que no estaba entre ellos.
Ante su falta de reacción, las voces de sus amigos comenzaron a apagarse. Notaron que su expresión se tornaba sombría, sin comprender el porqué. -Bernardo, ¿qué pasa?
-¿Dónde está Josefa? ¿Por qué no está aquí? -preguntó, reprimiendo la ira que crecía
en su interior.
Josefa, últimamente, habia estado comportandose de manera inaceptable. No solo había ignorado lo que él decía y actuado de forma hostil hacia Julia, sino que también habia olvidado sus aniversarios. Bernardo aún no habia confrontado estos problemas, pero ahora ella ni siquiera se habia presentado tras el accidente.
Esperó una respuesta, pero lo único que recibió fue un silencio absoluto. Al levantar la vista, se encontró con expresiones de sorpresa en todos sus amigos.
Un mal presentimiento se apoderó de él. Al no recibir respuestas, comenzó a buscar su teléfono.
En ese momento, Julia torció la boca con desdén y le reprochó
-Ya están divorciados, por supuesto que no tenia cara para quedarse. ¿Por qué preguntas por ella, Bernardo?
Al escuchar la palabra “divorcio“, Bernardo se quedó perplejo por un momento, seguido
de una oleada de ira. Sacudió bruscamente la mano de Julia cuando esta intentó tomar
la suya.
-¿Qué divorcio? ¿Quién dijo que me divorcié de ella?
Capitulo 10
Sus amigos y Julia quedaron atónitos. Josefa había afirmado con tanta seguridad que estaban divorciados, que ellos asumieron que había sido Bernardo quien lo había pedido. Sin embargo, él parecía desconocer todo el asunto del divorcio. Era muy extraño.
Julia, sintiéndose rechazada, reprimió su frustración y protestó.
-No estoy inventando nada. Cuando te accidentaste, ni siquiera quiso esperar a que despertaras. Liam le pidió que te cuidara, pero ella le entregó un documento de divorcio diciendo que ya estaban divorciados y que no quería cuidarte. Si no me crees, pregúntales a ellos.
Apenas Julia terminó de hablar, Liam y los demás asintieron rápidamente, mostrando el documento de divorcio que Josefa les había entregado como prueba de que decía la verdad. Pero Bernardo seguía sin creerlo.
-¿Divorciado? ¿Por qué no lo sabía? Ese documento es falso.
Aunque lo decía, una inquietud se apoderaba de él. Con el teléfono en mano, buscó el contacto de Josefa y le envió un mensaje.
[Ven al hospital ahora mismo. Todo ese asunto del divorcio lo podemos olvidar.]
Intentaba calmarse, convenciéndose de que ella solo estaba molesta, como en otras ocasiones. Sin embargo, al instante, vio un signo de exclamación rojo al final del _mensaje.
Intentó llamarla, pero resultó que su número había sido bloqueado. En ese momento, el enojo estalló desde lo más profundo de su ser. Sin importarle las consecuencias, arrancó la aguja del suero de su brazo dispuesto a irse, lo que provocó gritos de
sorpresa.
-¡Bernardo!
-¡Bernardo, ¿qué estás haciendo?!
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